Sexting. Si no ha oído este término le diré que es como llamamos a la distribución, publicación o envío de imágenes y vídeos de carácter sexual producidos por uno mismo. Normalmente se da entre jóvenes, dónde la conciencia de la privacidad, el riesgo de no guardar las debidas precauciones e incluso la “moda” , hace que este problema esté extendido. Pero también ocurre entre adultos. Hay mucha literatura y escritos sobre el sexting y sus consecuencias. La principal es la pérdida de control sobre la imagen de uno mismo una vez que está en la red. Nadie puede asegurar que sólo el o los destinatarios de esa imagen sean los únicos que tengan acceso. Cómo tampoco que una vez en la red pueda ser retirada. Eso deben tenerlo siempre en cuenta. Nadie. Ni el emisor, ni los receptores, ni el alojamiento mismo en el que se ubicó. Insisto, nadie.
Por tanto déjenme que les aclare un par de cosas sobre las imágenes y vídeos que nosotros mismos publicamos, por si tienen la desgracia de encontrarse con un problema derivado de esta práctica.
1 La imagen personal es un dato protegido por la ley. Nadie puede utilizarla sin el consentimiento expreso de la persona que aparece en ella. Hacer eso puede constituir un delito. Incluso en el caso de los menores, cuya imagen está más protegida aún, ni siquiera los padres pueden usar una imagen de un hijo si esto puede producir cualquier daño (y no sólo físico) sobre el mismo.
2 Si alguien te envía una imagen, o la ves en una web, no significa que tú puedas usarla, distribuirla o enviarla a otras personas. Si el destinatario en particular eras tú, o un grupo, y lo haces, puedes incurrir en un delito de relevación de secretos que también está penado.
3 Incluso si la persona en cuestión le dio permiso para tomar su imagen o un video eso no significa que pueda hacer uso de la misma por los mismos motivos que cuento en 1 o 2
Ante esta situación la mejor arma es el sentido común. Cualquier cosa que uno vea en una pantalla puede ser capturada. Cualquiera y uno no tiene nunca la seguridad de quién está viendo esa imagen, o el uso que uno puede hacer de ella. Por tanto. Piénsalo antes de publicar tu imagen. Si crees que alguien no debiera ver eso simplemente no lo hagas.
Los teléfonos móviles, que son unos de los dispositivos más usados para hacer estas fotos “privadas” o enviarlas, son muy sensibles a esto. La pérdida del terminal, o el robo, puede dejarlos a la luz. Incluso si lo llevas a reparar, lo dejas a un “amigo” o “amiga” puede ocurrir que tus imágenes aparezcan donde no quieres. Se responsable. Lo mismo es válido para los ordenadores que son usados por varios (trabajo, casas compartidas , etc). Insisto. Usa el sentido común.
Ante un problema si tu imagen o vídeo ha sido publicado o está siendo utilizado sin tu consentimiento no lo dudes, denúncialo inmediatamente. Puedes hacerlo en cualquier comisaria o en los enlaces de Policía o Guardia Civil. Por supuesto todos los alojamientos cuentan con algún sistema para reclamar la retirada de una imagen. Busca el enlace en cuestión y reclama su retirada. Si puedes hacer alguna captura de la pantalla hazlo, y guarda cualquier dato , correo o ticket para adjuntarlo a la denuncia.
Si eres padre, o simplemente estás interesado en este tema INTECO (Instituto Nacional de Tecnología) y PANTALLAS AMIGAS tienen una buena guía sobre el tema. La privacidad NO ha muerto.
Cuándo alguien quiere hacer negocio con algo tuyo, como las redes sociales con tus datos, lo primero que hará es decirte que lo que quiere no vale nada. No los creas. No sigas modas. El que lo hagan los demás no quiere decir que tú debas seguir esto.
Les dejo con un vídeo que recomiendo que vean. Piensa antes de publicar
Saludos
La entrada Qué debes hacer si una imagen o vídeo tuyo está en Internet sin tu consentimiento aparece primero en Marcelino Madrigal.
